La exhibición titulada "Death Becomes Her: A Century of Mourning Attire" (La muerte se convierte en ella: Un siglo de vestidos de luto), demuestra que los vestidos de duelo desde 1815 a 1915 son un reflejo muy ajustado de las tendencias que imperaban en la época victoriana. El curador de la exposición, Harold Koda, dijo que el objetivo de la muestra es despertar la reflexión sobre la importancia de vestirse tras perder a un ser amado, algo que durante el siglo XIX "tenía mucho que ver con la evolución de las tendencias".
La muestra recuerda el icono de la mujer vestida de negro y los complejos códigos de protocolo que la caracterizaban, en un momento en que los índices de mortalidad infantil eran muy elevados, por lo que la experiencia de la muerte estaba presente en el día a día de la mayoría de familias.
El estilo victoriano es un estilo de arquitectura, moda, literatura, artes decorativas y visuales, entre otras áreas, que se impuso durante el reinado de la reina Victoria de Gran Bretaña, desde mediados a finales del siglo XIX.
El estilo de moda victoriano comprende casi dos tercios del siglo XIX, durante los cuales se produjeron numerosos cambios en la moda. Para 1907, un porcentaje importante de las ropas eran confeccionadas en fábricas y a menudo comercializadas mediante grandes tiendas a valores fijos. La confección a medida y la costura en los hogares todavía era significativa, aunque esta práctica ya estaba en declinación. Las nuevas maquinarias y los materiales modificaron las vestimentas en numerosas maneras.
La exposición del Met, abarca esta etapa que coincide con el auge de la publicación de revistas de moda, que, aunque su nacimiento tuviera lugar en Francia y en Inglaterra a finales del siglo XVIII, no fue hasta medianos del siglo XIX que se expandieron y popularizaron por Europa y América. Una de las funciones de estas primeras publicaciones era proporcionar directrices a las mujeres respecto a cómo debían vestir en sociedad ante la muerte de algún personaje destacado.
La exposición del Met exhibe las recomendaciones a la corte que hacían estas revistas, por ejemplo, ante la desaparición en 1818 de la reina Carlota, consorte del rey Jorge III de Inglaterra, cuando prescribieron un vestido negro de crepé, ornamentado con volutas de este mismo material en rosa y joyería de azabache.
De entre los más de 30 vestidos destacan dos imponentes vestidos de noche que la reina Alejandra, cuyo estilo era muy aplaudido, lució en 1902, solo un año después de la muerte de la reina Victoria. De diseño francés, el tul negro adornado con lentejuelas moradas refleja un cambio radical de la vestimenta de luto de la sobria época victoriana.
También llama la atención un vestido de novia de una mujer estadounidense de clase alta durante la Guerra de Secesión (1861-1865), que, después de perder a parte de su familia a causa de la contienda, tuvo que elaborar y vestir de seda gris oscura en el día de su boda.
"Para algunos, recuerda el Met, vestir el duelo no era solamente un símbolo de la pérdida, sino que hacer y vestir un vestido de luto representaba aceptar la muerte, preservar la memoria y trabajar en superar el propio dolor. Es ridículo pensar que solo lo hacían por lo que la gente pensaría y no por ellas mismas", agregó el curador.
La exposición cierra el 1 de febrero del 2015, y está instalada en el ala del Met, dedicada a la editora de la revista Vogue, Anna Wintour.