El futuro de la moda está en entredicho gracias a la irrupción de las impresoras 3D.
Electroloom, una startup formado por los jóvenes ingenieros informáticos. Joseph White, Marcus Foley y Aaron Rowley, crearon la primera impresora 3D del mundo que desarrolla tejidos.
La compañía ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding en Kickstarter con la que planea lanzar su primeros productos de prueba que incluye 1,5 litros de solución de poliéster, lo suficiente como para hacer siete gorros, cuatro camisetas sin mangas y tres faldas.
Según los ingenieros, su tecnología reduce el proceso de fabricación textil tradicional en un solo paso, convirtiendo directamente la materia prima en un producto terminado. Esto es casi mágico, permitiendo que cualquiera pueda diseñar y crear ropa lista para usar basándose en geometrías 3D personalizadas.