El Museo de Arte Contemporáneo de Houston, Texas, tiene el gusto de exponer la más reciente obra de video y escultura de Melanie Smith, una artista de origen inglés que reside en México desde 1984 y cuyas obras han sido expuestas en todo el mundo, desde el MoMA de Nueva York, el Tate Modern en Londres, hasta el Museo Tamayo y el MUCA en la Ciudad de México.
Melanie Smith es una de las artistas contemporáneas más reconocidas a nivel internacional y a pesar de no ser mexicana, su “ciudad adoptiva” ha jugado un rol muy importante en su trabajo, ya sean videos, fotografías o pinturas, la Ciudad de México y su población es una constante en su obra. En esta ocasión, el CAMH se enfoca en tres trabajos audiovisuales: Xilitla: Dismantled 1 (2010), Bulto: Fragments (2011) y Elevator (2012).
Xilitla recibe su nombre del municipio ubicado en la Huasteca Potosina y donde se encuentran una de las muestras arquitectónicas más interesantes del siglo XX de este estado: Las Pozas, una escultura surrealista que se entrelaza con cascadas y piscinas naturales, creada por el artista Edward James hace más de 50 años. Smith en este trabajo visual nos lleva por un recorrido en este castillo mágico en reconstrucción y exalta el trabajo que James hizo hace muchos años con el fin de que la naturaleza terminara su obra de arte, que la absorbiera hasta hacerla suya.
Bulto: Fragments, fue filmada originalmente como un proyecto para el Museo de Arte de Lima y refleja en múltiples fragmentos de video esparcidos por todo el museo en pequeños monitores –y eso incluye los baños y el elevador– en donde una enorme masa es llevada a un centro urbano de la ciudad y cerca de sitios arqueológicos, sin que nadie se pregunte que es lo que esconde en su interior. Es una forma simbólica de alterar el orden de las cosas y criticar cómo durante la evolución del hombre, hemos aprendido a reprimir nuestras dudas a cualquier cosa que se salga de nuestra realidad.
Y por último, Elevator, un video que rompe todo orden y lógica y presenta de forma lúcida lo que vemos al abrirse las puertas de un elevador en distintos pisos y que tal vez, no esperamos ver, lo que la hace una obra audiovisual cómica y bastante surrealista.
Esta exhibición pretende demostrar al público la realidad onírica que la artista ha vivido en México, la complejidad visual que implica vivir aquí, creando una consciencia, admiración y respeto por la cultura mexicana, sobre todo para aquellos que no están familiarizados con ella.