–Theo Michaels: "Reptile Dialetics"–

–Por: Sara Hernández @AySaraElisa

–Fotografías: Cortesía de Theo Michaels

–Contacto: alejandro.salaz21@gmail.com

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En el corazón de la colonia Roma, en la Ciudad de México, se encuentra la Galería OMR, una galería pionera en su campo, que desde 1983 ha buscado promover a artistas contemporáneos tanto mexicanos como extranjeros.

El pasado mes se inauguró en esta galería la exposición “Reptile Dialetics”, que muestra por segunda ocasión la obra de Theo Michaels, un artista de origen griego que ha expuesto en su natal Grecia, Italia, Tailandia, Alemania y el Reino Unido y que radica en México desde el 2010.

1000 years sideways, 2014

Reptile Dialetics te transporta al mundo de una civilización ficticia, con construcciones primitivas hechas de cerámica, madera, piedras y lodo, mientras que en las paredes se contraponen imágenes que recuerdan un paisaje de Marte jamás tocado por el hombre. Esta yuxtaposición de piezas conceptuales y materiales aparentemente incongruentes, hace complicado saber si estás viendo una muestra arqueológica o una futurista.

fuck you I´m civilized (asteroid rooster), 2014

A Michaels parece gustarle la existencia de lo ridículamente sublime, y en muchas de las obras expuestas, él retrata lo que el arte debe mostrar en realidad: algo crudo, que no necesita una explicación ni un análisis rebuscado; si bien retrata en varias piezas su visión acerca de un muy sofisticado neo primitivismo, una muestra entre lo cómico, lo teatral y lo divino, con títulos como “Relax, it’s just an artwork”, podemos darnos cuenta de que en algunas ocasiones, todo lo que nosotros creemos que el artista quiso decir, tal vez no significaban nada, son una simple forma de expresión visual, sin ningún tipo de acepción rebuscada y profunda, no son más que una obra de arte.

fuck you I´m civilized (european legacy), 2013

Reptile Dialetics es acerca de las contradicciones del pensamiento y la realidad, de cuestionarnos qué quiso decir el artista o si en realidad quiso decirnos algo con su obra, dejar atrás lo racional para sólo captar con los ojos, no con la mente. Ser menos analíticos y más receptivos a la realidad.